Beato de Gerona

El Beato de Gerona es el tercer y último Comentario que se vincula con Tábara. Debe su nombre a que fue donado a la Catedral de Gerona en 1078 y desde entonces se conserva allí.

Consta de 284 folios y por su colofón sabemos que se completó el 6 de julio de 975. Fue realizado por el escriba Senior y los iluminadores En o Ende y Emeterius, que había terminado el Beato de Tábara al morir Maius cinco años antes.

Como en el de Tábara, aparece una gran letra omega asociada al colofón sobre la que se indica que el abad Dominicus fue quien encargó la obra, pero desconocemos si fue abad de Tábara o de algún otro monasterio vecino.

Lo que llama la atención es la inclusión de un nombre de mujer, En o Ende, como pintora al comienzo del colofón, por delante de Emeterius. Se trata de la única mujer asociada con la producción de un Comentario de Beato o de cualquier libro iluminado de su tiempo.

La extraordinaria densidad pictórica de este Beato es testimonio de la madurez final del Scriptorium. Su estilo gana en complejidad, y el contenido muestra el más amplio conjunto de temas exóticos de todos los Beatos. Incluyen detalles no bíblicos y temas sin fuentes conocidas dentro o fuera de España, lo que hace pensar que Tábara debió tener una biblioteca muy rica en recursos con los que los iluminadores se inspiraron para crear nuevas imágenes.

En este ejemplar, la contribución de la cultura islámica a la imaginería de nuestros Beatos va más allá de los motivos decorativos o arquitectónicos, alcanzando su mayor significado en la iconografía, que se ve ampliada con nuevos temas de origen islámico u oriental.

Además, comparándolo con otros Beatos es el más notable por la introducción de temas cristianos desconocidos en la península ibérica, y por su relación con el arte carolingio del siglo IX. Escenas del Nuevo Testamento antes del siglo XI son raras en el arte hispánico.

Por todo ello, este manuscrito es considerado uno de los más interesantes de toda la iconografía altomedieval española.

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