No se sabe nada de este manuscrito hasta el siglo XIX, cuando se encontraba en la colección del Marqués de Astorga y Conde de Altamira. Parte de dicha colección, incluido el beato de Manchester, pasó de España a Francia en 1869, donde se subastó, siendo custodiado desde 1901 en la John Rylands Library de Manchester.
Tampoco existe en él ninguna información sobre su scriptorium de origen ni sobre sus autores, que fueron al menos dos miniaturistas. No obstante, sus similitudes, tanto iconográficas como estilísticas, con el beato de San Pedro de Cardeña, han llevado a pensar que procedería de algún scriptorium de Castilla próximo a Cardeña. Se cree que fue realizado a finales del siglo XII y principios del siglo XIII.
Este códice consta de 248 folios escritos en letra carolina a dos columnas y 123 miniaturas iluminadas con oro y plata.
Se trata del beato más ilustrado y suntuoso que ha llegado hasta nosotros, siendo además el único completo, conservando todos sus folios sin haber sufrido mutilaciones.
El estilo de sus imágenes es completamente románico, en el que, aunque se mantienen los arcos de herradura en muchos elementos arquitectónicos, ya en algunos casos también empiezan a aparecer arcos apuntados. Las imágenes, decoradas en muchos casos con oro y plata, aparecen sobre fondos diferenciados, de múltiples colores vivos: azules, granates, verdes, amarillos y naranjas entre otros. Las vestimentas presentan pliegues ondulados, de gran suavidad y fluidez plástica. También incluye iniciales muy decoradas, en muchos casos con follaje y dragoncillos intercalados.